10 Abr Ciberacoso: una tragedia silenciosa
LA sociedad , hoy líquida como la define Umberto Eco, se encuentra cada vez más cambiante y agresiva, dando paso primordial a una realidad diferente entregadas por el avance del internet y las redes sociales que muchas veces , más que unirnos, terminan por aislarnos y separarnos más aún de nuestros pares, perdiendo el contacto con la entorno concreto.
Muchas veces detrás de una pantalla negra es más fácil expresarse y decir cosas que en variadas ocasiones no sentimos, y esto es debido a que nuestra mente se encuentra configurada para comunicarse en forma visual y kinésica, activando nuestro inconsciente y regulando lo que podemos provocar con nuestras expresiones y palabras. Cuando un grupo de personas sociabiliza en forma directa, suele regular sus emociones por un tema empático del cerebro (algo que el ser humano posee intrínsicamente y en forma incluso inconsciente, regulando nuestro actuar y hablar al encontrarnos y comunicarnos directamente frente a otros. Nuestro lenguaje no verbal de hecho ayuda a que se manifieste la empatía. Un ejemplo de lo anterior es cuando un bebé oye o ve llorar a otro bebé y automáticamente lo acompaña con llantos de su parte también, haciendo alusión a las neuronas espejos).
Ante lo anterior, las comunicaciones vía redes sociales pueden tenderse a derrocar en forma cerebral la situación empática de la comunicación, dando cabida a que palabras o escritos completos puedan afectar directamente a otros sin darnos cuenta del real efecto e impacto que provoca en ellos.
Es por esta razón que el día 18 de marzo se conmemora el día contra el ciberacoso, un mal excesivamente presente en nuestro contexto cercano que en variadas ocasiones, ha cobrado la vida de quienes se han sentido afectados por esta situación.
Como comunidad llamamos a tener conciencia y responsabilidad del poder que ejercen sus palabras y sus relaciones vía redes sociales. Poseen un gran poder, lo que como se expresó anteriormente, viene acompañado de una gran responsabilidad que debemos tener presente al momento de escribir nuestras emociones por este medio. Respeto es lo esencial para mantener en forma autónoma la libertad que nos da el libre albedrío que nos hace ser humanos.
